6/2/12

Llego tarde

Caminando por la ¿costanera? con mi chica, cuando en un momento dobla mi viejo con el auto. Nos saludamos y seguimos caminando. Llegamos a una ¿canchita? ¿descampado? donde aparecen dos amigos míos. Bah, un amigo, un ex amigo. Se disponen a saludarme los dos, tendiéndome la mano, casi al mismo tiempo, felices de verme. Ignoro a mi ex amigo, saludo al otro. No puedo  escuchar muy bien que me dice el traidor, pero lo único que atino a hacer es, terminar el saludo, y con la misma mano, doblando todo el cuerpo para atrás, embocar una piña en su boca. Segunda acción, otra piña, esta vez con la otra mano. Él, raramente, sin oponer resistencia, me decía "No quiero pelear con vos" "Perdón" a lo que yo, seguía violentándome cada vez más. Alguien me paró, me dijo que no tenía sentido y nos fuimos.
Ahora éramos, mi chica, mi amigo y yo. Queríamos ir al Abasto (casi costumbre en este verano). Nos tomamos un taxi,  en el mismo momento en la que una sensación de habernos drogado apareció en nuestros cuerpos. Estábamos re locos de la nada. Nos pasamos (sí, en un taxi) de nuestro destino y cuando nos dimos cuenta estábamos en Villa Crespo. Nos quisimos bajar del auto, pero había que pagar. La maquinita indicaba unos $389, no sé como hicimos, pero lo abonamos y nos fuimos.
Cuando nos bajamos puedo divisar en una esquina a mi profesor de Fundamentos Deportivos, Mariano. Estaba con sus amigos, hablando, en cuero, y se había echo una cresta rosa en el pelo. Varios de su grupo tenían el mismo peinado. No me miró, y de un momento a otro se terminó la historia. O me desperté, o pasé a otro sueño, no me puedo acordar.


¿Por qué cada vez que digo que llego a una hora, llego una hora más tarde?

No hay comentarios:

Publicar un comentario