No podía ser verdad. Si hasta hace unos días estaba re bien. Además la fuente de información era Internet, objeto que mató virtualmente a mucha gente. Saco la computadora y pongo la tele. Estaba puesto The Film Zone (la noche anterior me había visto Kill Bill y había empezado a ver Kill Bill Vol.2 pero el sueño pudo más) Decido empezar por el canal 02, el primero de noticias. Apenas me cambia veo el titular en mayúsculas y una imagen de él... Una filtración falsa pensé. Subí otro canal y se repetía la pantalla . Y así igual con todos los canales de noticias (menos los de la TV Pública). No quería escuchar el porqué, ni el cómo. Volví a la PC, sólo para ver las repercusiones. En facebook, algunos igual de atónitos que yo, empezaron con los estados (muchos caretas otros no tanto). En Twitter era la misma situación. Casi desesperadamente, ya sin esperanzas de que sea una simple equivocación, le mande un mensaje a mis viejos: "Dicen que murió Spinetta".
Lo peor es que no era un "dicen" era un "murió Spinetta". Una afirmación. Las redes sociales se llenaron de mensajes para él, de canciones, de videos, de frases, de saludos a sus hijos, de todo. El mundo era Spinetta.
No me puse a escucharlo. ¿Para qué? Si hasta ese momento estaba escuchando Groundation. Seguí con el reggae hasta que mi lado musical dijo "PONÉ EL FLACO, PELOTUDO, DALE"
Y lo puse... El primer tema que comparti en Facebook fué Cementerio Club acompañado de algunas palabras. Alguna consolación. Para no sentirme tan solo. Tan mal.
Tenía una piedra en el pecho. No crecí escuchando Spinetta, estando consciente de que lo hacía. Nunca fuí y me compre un disco de él. No me escuche todos sus trabajos ni todas sus canciones. Tampoco entiendo muchas de las que escucho. Sólo me dejo llevar entre su voz y el fondo musical. Lo único que hago es disfrutar de Pescado Rabioso, de Invisible, de Los Socios del Desierto... Y como un simple, si se quiere decir, "aficionado" me deja un vacío. El mismo vacío o más grande me va a dejar Charly. Y más adelante Guille Bonetto de Los Cafres... El Pity... Roger Waters...
Tenía sólo 62 años El Capitán. Era hincha de River. Era guitarrista, compositor, poeta. Era un lector. Un señor músico. Una persona como pocas. Era El Flaco. El que logró juntar a todas sus bandas y hacer un show de cinco horas a los 59 años. El que logró hacer el mejor albúm de la historia del rock nacional (Artaud). El que en cada disco, hasta los puntos más bajos, se pueden rescatar cinco canciones. Único entre muchísimos...
Hasta siempre, Luis Alberto, sos Alma de Diamante.
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